El señor de las travesuras

Sin ser un æsir propiamente dicho, Loki era un asiduo a la corte de Asgard. Un personaje mitológico notorio por sus trastadas cargadas de maldad que no recibía culto.

¿De qué es dios Loki?

Aunque pueda parecer sorprendente, el archiconocido Loki no era un dios ya que era hijo de gigantes. No era un miembro de los æsir ni de los vanir, y hasta donde sabemos los vikingos no le rendían culto. Los investigadores no han encontrado ninguna evidencia de ello, y a diferencia de deidades como Thor o Frey el nombre de Loki tampoco se utilizó para nombrar asentamientos y tierras descubiertas.

Loki protagoniza numerosos mitos y sin duda era un personaje importante en el folklore nórdico. Sin embargo, sus terribles bromas y su papel en el Ragnarök disuadieron a los escandinavos de dedicarle sacrificios y oraciones.

¿Cómo es Loki?

Astuto, creativo y bromista, Loki era un fuente constante de caos. Gustaba de realizar bromas tanto a dioses como a humanos, y en ocasiones actuaba con auténtica maldad. Miraba por su propio interés por encima de todo, ya que era un nihilista convencido. Pero, más que un personaje malo, debemos considerarlo un personaje ambiguo.

Algunas veces, los dioses solicitaban la ayuda de Loki, y de hecho éste los ayudaba. No obstante, solía provocar más problemas que soluciones y a menudo si obraba bien era para remediar alguna de sus fechorías.

Orígenes y genealogía de Loki

Los padres de Loki son los jotun Fárbauti y Laufey, y sus hermanos se llaman Helblindi y Býleistr. Pese a ser descendiente de gigantes, Como deja entrever el poema Lokasenna, Loki se considera hermano de sangre de Odín ya que ambos hicieron un pacto de amistad.

Por otra parte, Loki tuvo una descendencia bastante peculiar. Con la jotun Angrboda engendró a Hel, el lobo Fenrir y la serpiente Jörmungandr. Hel fue enviada al inframundo, Fenrir fue encarcelado y Jörmungandr fue arrojada al mar por Odín. Más tarde, con su esposa Sigyn tuvo a Narfi y a Vali, quienes no tuvieron mejor destino.

Loki y Sigyn Mårten Eskil Winge

Loki y Sigyn, pintura de Mårten Eskil Winge (1863).

Cautiverio y su papel en el Ragnarök

La maldad de Loki fue aumentando con el paso del tiempo, y sin lugar a dudas sobrepasó el límite cuando propició la muerte de Balder. Tras este episodio, los dioses deciden apresarlo. Además, convierten a su hijo Vali en un lobo rabioso que mata a su hermano Narfi.

Tras una trabajosa búsqueda y captura en la que Loki se había transformado en un salmón, los dioses lo encadenan a unas rocas dentro de una caverna utilizando las entrañas de Narfi. Una serpiente gotea un terrible veneno sobre él. Su leal esposa Sigyn permanece a su lado sostienendo un cuenco para evitar que esta ponzoña caiga sobre Loki. Pero cada vez que el recipiente se llena y Sigyn lo aparta para vaciarlo, algunas gotas caen sobre la cara de Loki, quien se retuerce tanto de dolor que provoca los terremotos.

En el Ragnarök, Loki se libera de sus ataduras y se erige en uno de los líderes del bando de los gigantes. Su destino es luchar contra Heimdall en una pelea en la que ambos se darán muerte mutuamente.

Representación de Loki

Los escaldos utilizan algunos epítetos como «cambia formas», «lengua de plata», «dios de las travesuras» o «mago de las mentiras» para referirse a Loki. Por otra parte, su habilidad más característica es la capacidad de cambiar de forma. Loki hacía uso de este poder continuamente, convirtiéndose en cualquier ser vivo: una mosca, una yegua, un salmón, una foca, una anciana…

En el arte vikingo lo podemos encontrar en diversas situaciones. Por ejemplo, encadenado durante su cautiverio, como es el caso de la cruz de Gosforth o la piedra de Kirkby Stephen.

Mitos de Loki

Pocos personajes de la mitología nórdica tienen más historias que Loki. A continuación relatamos algunas de ellas.

Loki se convierte en yegua

Los dioses querían defenderse sus palacios con un enorme muro que rodeara Asgard. Un gigante llamado Hrimthurs, que tenía fama de buen constructor, se ofreció a construir el muro en tan sólo seis meses a cambio de un alto precio: la hermosa diosa Freya, el sol y la luna. Este acuerdo recogía que la única ayuda que el gigante podía recibir era de su caballo Svadilfare.

Loki y Svadilfari Hardy

Loki y Svaðilfari, ilustración de Dorothy Hardy (1909).

Las obras fueron avanzando a un ritmo prodigioso. Como el plazo de seis meses no había transcurrido aún, los dioses necesitaban alguna distracción para ralentizar el trabajo de Hrimthurs y evitar el pago. La misión recayó en el siempre ingenioso Loki, que resolvió convertirse en una hermosa yegua y atraer al caballo del gigante. El semental salió al galope tras la yegua, y sin él Hrimthurs fue incapaz de terminar el muro en el período de tiempo acordado.

Lo más sorprendente es que, meses más tarde, Loki dio a luz a un caballo de ocho patas. El señor de las mentiras le regaló este magnífico corcel a Odín, quien lo llamó Sleipnir.

La competición de los enanos

Un día, a Loki no se le ocurrió otra cosa que cortarle el cabello a Sif, la esposa de Thor. Ante las amenazas del dios del trueno de romperle todos los huesos de su cuerpo, Loki prometió que Sif recuperaría su hermoso pelo dorado. Entonces se puso en contacto con los hijos de Ivaldi, unos enanos que tenían fama de ser los mejores artesanos. Éstos no sólo crearon una peluca espléndida para Sif que crecía como el pelo natural, sino también una lanza que nunca erraba en el blanco y un barco que siempre tenía viento favorable y se podía plegar como una servilleta hasta poder guardarse en el bolsillo.

Acto seguido, Loki apuesta su cabeza con el enano Brok a que su hermano Sindri no sería capaz de fabricar unos objetos tan valiosos como los creados por los hijos de Ivaldi. Aunque Loki se transforma en una mosca para molestar a Sindri mientras trabaja en la forja, éste crea los siguientes tesoros: un anillo que cada nueve días producía ocho anillos iguales; un jabalí rapidísimo con cerdas brillantes que podía correr por tierra, mar y aire; y un martillo irrompible que regresaba a la mano de su amo cuando era lanzado.

Loki en la Piedra de Snaptun

Loki en la Piedra de Snaptun (año 1000 aprox.), con los labios cosidos.

Creados los objetos, Loki y Brok fueron a Asgard con sus regalos para que los dioses decidieran el vencedor. La decisión corrió a cargo de Odín, Frey y Thor. Loki entregó la lanza a Odín (que la llamó Gungnir), el barco a Frey (Skidblandner) y la peluca a Thor. Brok, por su parte, regaló a Odín el anillo mágico (Draupnir), a Frey el jabalí (Gullinbursti), y a Thor el famoso martillo (Mjolnir).

Los tres dioses concluyeron que los regalos de Brok eran mejores, por lo que el enano reclamó la cabeza de Loki. El taimado Loki se defendió diciendo que si le cortaba la cabeza también le dañaría el cuello, que no estaba incluido en el trato. De modo que Brok resolvió coserle los labios para que dejara de engañar a la gente.

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