La historia de los vikingos nos brinda un épico viaje al pasado con multitud de ingredientes: choque de culturas, batallas épicas, descubrimiento de tierras… Se ambienta en una época de histerismo religioso y enfrentamientos continuos en lo que una vez fue el Imperio Romano. Casi sin previo aviso, unos paganos procedentes del desconocido norte de Europa irrumpieron para poner en serios apuros tanto a cristianos como a musulmanes.
En los poco más de tres siglos que dura la Época Vikinga (793-1100), los escandinavos dejaron una huella imborrable en la historia de Europa. Y, sin embargo, la historia de los vikingos es todavía desconocida en su mayor parte. Para desterrar tópicos y aportar un poco de luz hemos preparado este repaso cronológico a su historia.
Orígenes
Los vikingos forman parte de los pueblos germánicos. Por ello, compartían diversas semejanzas culturales como la religión animista y una raíz idiomática común. El norte de Europa siempre había sido una región no sólo lejana y aislada del resto de Europa, sino pobre económicamente. La tierra fría y montañosa impedía un desarrollo de la agricultura.
Existen muy pocas referencias a los escandinavos por parte de los historiadores y cronistas romanos. En su obra Germania, por ejejmplo Tácito habla de un pueblo denominado suyones que eran feroces guerreros cuyos barcos tenían una proa en cada extremo. Estas descripciones se basaban, probablemente, en los rumores de los legionarios y comerciantes que se aventuraban más allá del Rin.
Cabe destacar que diversas tribus germanas invadieron el Imperio Romano de Occidente, instalándose a lo largo y ancho de sus dominios desde el siglo III. Nos estamos refiriendo a pueblos como los godos, los francos, los anglos, los sajones, los suevos, los vándalos o los hérulos. Las tribus escandinavas, por su parte, no iniciarían su expansión hasta unos siglos después.
Grupos de vikingos
Podemos distinguir tres familias principales de vikingos: los daneses, los noruegos y los suecos. Todos ellos hablaban el mismo idioma, el nórdico antiguo, con pequeñas variaciones que a lo largo del tiempo desembocarían en las actuales lenguas danesa, noruega y sueca.
Daneses
Eran el grupo vikingo más numeroso. Estaban asentados en un lugar de gran importancia estratégica que les permitía controlar las rutas comerciales entre el Mar del Norte y el Mar Báltico. Su sólida organización militar fue clave para emprender no sólo osados pillajes sino también verdaderas conquistas en Occidente.
Noruegos
Los noruegos eran, por encima de todo, excelentes navegantes. Con sus drakkars patrullaban el Mar del Norte y se expandieron con colonias a través del Océano Atlántico. Islandia, Groenlandia y hasta Vinlandia, en América del Norte. En un principio se dedicaron exclusivamente al comercio, pero más adelante organizaron incursiones para conquistar tierras.
Suecos
A diferencia de sus ‘primos’, los suecos se centraron más en Europa Oriental. Se sirvieron de los ríos para adentrarse en el continente. Entre otras proezas, fundaron el Rus de Kiev y llegaron incluso a Constantinopla.
Las razones de su expansión
Como hemos comentado, Escandinavia era un territorio pobre y montañoso. Y entonces, ¿cómo pudieron los vikingos armarse de valor y lanzarse a atacar otros reinos de Europa? Se dieron una combinación de circunstancias para que, a partir del siglo VIII, estos nórdicos pusieran en jaque a media Europa:
- El desarrollo de las técnicas agrícolas provocó una superpoblación. La presión demográfica en un territorio estéril y muy accidentado incentivó la búsqueda de nuevas tierras.
- El conocimiento de sistemas de navegación muy avanzados. Los barcos vikingos se desplazaban rápidamente, mientras que sus pilotos utilizaban recursos como la piedra solar vikinga para orientarse en el mar.
- Con la caída del Imperio Romano (año 476), las rutas comerciales se vieron muy perjudicadas. No hay que olvidar, que los vikingos eran, ante todo, agricultores y experimentados mercaderes. Las luchas entre los nuevos reinos europeos afectó mucho al comercio.
- La división de Europa en varios reinos. Además, el otrora poderoso Imperio Carolingio también fue fragmentado, mientras que Inglaterra estaba sumida en guerras internas.
- La hegemonía marítima, dado que los francos arrasaron las flotas de los frisios y no había una potencia naval similar.
- La progresiva unificación de los clanes escandinavos. Esto provocó, por un lado, expediciones más ambiciosas; por el otro lado, las tribus menos poderosas buscaron tierras en el exterior para asentarse.
Era Vikinga: el terror de Europa
Primeros saqueos (793-800)
En el año 793 arranca el período más importante de la historia de los vikingos: la conocida como Era Vikinga. Todos los factores que acabamos de exponer propiciaban que estos nórdicos buscaran un futuro fuera de sus tierras de origen.
La Era Vikinga se inicia oficialmente con el ataque al monasterio de Lindisfarne de 793. Una expedición escandinava saqueó el monasterio como las aldeas próximas en la costa del norte de Inglaterra (por entonces, en el reino de Northumbria).
Unos años antes, los vikingos ya habían protagonizado un altercado en Portland, al sur de Inglaterra. Sin embargo, los contactos con las islas del Mar del Norte eran bastante anteriores. A principios del siglo VII, por ejemplo, los nórdicos atacaron las islas Shetland, las Orcadas y las Hébridas.
Al principio, los vikingos atacaron monasterios de la costa británica que estaban poco defendidos y solían reunir riquezas. Se trataba de saqueos fugaces y poco arriesgados, realizados por pequeñas flotas y sin unas personalidades importantes al mando.
Así, a Lindisfarne le sucedieron pronto los de la abadía inglesa de Monkwearmouth Jarrow (794), la abadía de Iona (795, 802, 806 y 825) en una isla escocesa y el de Inishboffin (795) en Irlanda.
Fustigando la costa de Europa (800-850)
Si bien el primer objetivo fueron las islas británicas, los vikingos pronto pusieron su mirada en el litoral del continente. Así, en el año 799 atacaron Bretaña, en 834 los Países Bajos y en 844 la costa mediterránea. De hecho, la primera estancia de los vikingos en España tuvo lugar en 844.
La Inglaterra fracturada siguió siendo un objetivo primordial para los daneses, mientras que los noruegos empezaron a controlar el litoral del Irlanda en este período.
La cosecha de éxitos incrementó la ambición de los piratas nórdicos, hasta el punto que sometieron a asedio y saqueo grandes ciudades de la época. Por ejemplo, Ragnar Lodbrok remontó el río Sena en el 845 para lanzar el primero de los tres ataques vikingos a París. Otras urbes importantes saqueadas durante la época vikinga fueron Córdoba, Sevilla, Lisboa, Burdeos, Toulouse, Hamburgo o Londres.
Mantuvieron en alerta a media Europa por sus saqueos en las actuales Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y España. Remontaban ríos gracias al poco calado de sus drakkars y se marchaban tras breves pillajes. En esta segunda etapa ya vemos nobles y reyes liderando las expediciones, que ya contaban con más efectivos y mejor organización.
La conquista de tierras (850-900)
Pese a lo fructífero de la mayoría de sus expediciones veraniegas, los vikingos pasaron a enfocarse a la conquista a mediados del siglo IX. Al fin y al cabo, este pueblo escandinavo constaba sobre todo de granjeros que buscaban tierras fértiles para asentarse.
En el año 850, los daneses no sólo atacaron Inglaterra durante el verano sino que pasaron el invierno en campamentos. En el año 866 conquistaron la capital de Northumbria, Eoferwic (actual York), y para entonces ya dominaban una parte importante de Inglaterra con sus asentamientos y conquistas.
La decisiva derrota danesa de 878 a manos de Alfredo I de Wessex marca un antes y un después. A partir de la batalla de Edington, Inglaterra fue dividida en dos: la mitad sudoeste para los sajones y la nordeste para los nórdicos. El caudillo vikingo Guthrum el Viejo fue obligado a bautizarse, y a partir de ese momento los daneses fueron perdiendo poder y tierras ante las acometidas sajonas.
Por su parte, los noruegos controlaban Irlanda desde el 853 gracias a alianzas con reyes locales y fundaron Dublín. Además, colonizaron de forma efectiva archipiélagos como las Orcadas y las Shetland y empezaron a poblar Islandia a partir de 874.
Por entonces, los suecos estaban expandiéndose hacia el este. En 861 conquistaron Nóvgorod y en 863 Kiev. Fundaron el estado conocido como Rus de Kiev en torno al año 880, dominando a las tribus eslavas y controlando las rutas comerciales de Oriente.
En diversas ocasiones, los varegos o vikingos suecos se atrevieron incluso a atacar Constantinopla. Ello aunque muchas veces fueron contratados por el Imperio Bizantino como mercenarios. De hecho, acabaron formando la guardia personal del emperador, conocida como la Guardia Varega.
Consolidación e inicio de la cristianización (900-980)
Durante esta etapa se producen numerosos acontecimientos de importancia. En primer lugar, los constantes ataques vikingos en Francia tuvieron un curioso giro de guión: el líder vikingo Rollo, que había atacado París en 855, se convierte al cristianismo y se erige como Duque de Normandía al servicio del rey francés.
Esta región del norte de Francia queda cedida al jarl Rollo, que se encargará de frenar las incursiones de sus paisanos. Como consecuencia, los vikingos son despojados de sus bases en el Loira en el año 931. Desde entonces, los sucesivos ataques al territorio francés no tuvieron ni la fuerza ni el éxito de antaño.
Otro evento importante es el hallazgo de Groenlandia, en torno al año 900, por el explorador noruego Gunnbjörn Ulfsson.
En Europa Oriental los vikingos continuaron cosechando triunfos. Los suecos infundieron muchos ataques exitosos en el Mar Negro y el Mar Caspio. Sitiaron Constantinopla hasta que firmaron un tratado de amistad con el Imperio Bizantino. El propio emperador de Bizancio Basilio II contrató una guardia personal compuesta por vikingos, la célebra guardia varega.
Finalmente, uno de los acontecimientos más importantes de este período es la fuerte expansión del cristianismo en Escandinavia. Dinamarca fue el primer reino nórdico en convertirse oficialmente al cristianismo en el año 960, durante el reinado de Harald Diente Azul.
Ocaso de la Era Vikinga (980-1100)
A lo largo de más de un siglo se sucederán derrotas decisivas, expediciones fracasadas en el este y colonias poco fructíferas en el Atlántico. Y, en medio de ello, un breve control total de Inglaterra.
Las exploraciones noruegas siguen alejándose hacia el oeste. Erik el Rojo explora y coloniza Groenlandia desde el 982. Su hijo Leifr Eriksson llega hasta América hacia el año 1000, y funda la colonia de Vinlandia.
La cristianización sigue abriéndose paso. El príncipe Vladimir I de Kiev se bautiza en 988. La Asamblea de Islandia, por su parte, acuerda la conversión oficial en el año 1000. Ocho años más tarde, el monarca sueco Olof decreta la misma resolución para su reino.
Hacia finales del siglo X, tanto daneses como noruegos recibían fuertes tributos de ingleses y franceses para evitar invasiones. El dominio vikingo de Inglaterra será todavía más claro cuando el rey danés Canuto el Grande es también proclamado rey de Inglaterra en 1016, después de invadir la isla.
Este nuevo esplendor durará unas décadas, hasta que se corona a un rey sajón en Inglaterra: Eduardo el Confesor. Al morir este monarca sin descendencia, Harald III de Noruega reclama el trono rivalizando con el sajón Harold II. Los nórdicos cayeron derrotados en la batalla de Stamford Bridge (1066), aunque la alegría sajona duraría dos semanas: el normando Guillermo el Conquistador, aliado de los noruegos y descendiente de Rollo, venció a Harold II en Hastings y se coronó rey de Inglaterra.
El final de los saqueos vikingos estaba ya próximo. Por ejemplo, los últimos ataques datados a los Países Bajos tuvieron lugar en Tiel (1006) y Utrecht (1007). En la Península Ibérica, los escandinavos fueron repelidos por última vez en 1015.
Si bien los normandos y los varegos siguieron conquistando tierras y protagonizando la historia de Europa en los siglos posteriores, los vikingos tal y como los conocemos dejaron de existir hacia el año 1100. Para entonces, Escandinavia había adoptado la cultura cristiana y los asentamientos vikingos en el exterior se habían mezclado con la población local. La conversión al cristianismo conllevó el abandono de prácticas como el tráfico de esclavos. Al cesar los ataques, mejoraron las relaciones con los países vecinos.
De esta manera, Dinamarca, Suecia y Noruega se convirtieron en unos reinos cristianos más, y tanto la religión pagana como el alfabeto rúnico y otros elementos de la cultura vikinga fueron desapareciendo con el paso del tiempo.
Colonias vikingas y ‘descubrimiento’ de América
Uno de los aspectos más llamativos en la historia de los vikingos en su expansión por occidente hasta llegar a América. Fueron conquistando islas del Mar del Norte hasta llegar al Nuevo Mundo 500 años antes que Cristobal Colón. Entre sus posesiones debemos contar las siguientes:
Islas del Mar del Norte
Para los vikingos era priomordial tener bases desde las que lanzar ataques a las costas de Inglaterra y el continente. Por ello, fueron expandiéndose hacia el oeste conquistando y colonizando archipiélagos del Mar del Norte ubicados entre Escocia y Noruega. Destacamos las siguientes colonias insulares:
- Islas Feroe. Los nórdicos llegaron a las islas hacia el 800. Se trata de una sólida base vikinga en la que se desarrolló una lengua propia, el feroés, descendiente del nórdico antiguo. En la actualidad forman parte del reino de Dinamarca.
- Islas Shetland. Los noruegos empezaron a colonizar este archipiélago a finales del siglo VIII. Las Islas Shetland pasaron a ser gobernadas por Escocia en 1471.
- Islas Orcadas. Al igual que las Shetland, a las Orcadas llegaron los primeros inmigrantes noruegos entre finales del siglo VIII y principios del IX. Los vikingos utilizaron estas islas como base de sus ataques piratas y pillajes en las costas escocesas. Fueron anexionadas por Escocia en 1472.
- Islas Hébridas. Localizadas al oeste de Escocia, cayeron bajo control noruego al final del siglo VIII. No volvieron a ser dominio escocés hasta 1266.
Islandia
Fue descubierta por uno de los primeros colonos de las Islas Feroe. Los suecos, daneses y sobre todo noruegos la colonizaron a partir del 874. Islandia, originalmente llamada Snæland o «Tierra de nieve», ha sido clave en las reconstrucciones de la historia de los vikingos por sus sagas y hallazgos. Se fundó el Estado Libre de Islandia en el 930, regido por el Alþing o asamblea.
Groenlandia
Esta gran isla americana fue descubierta por Erik el Rojo en el año 982. Fue llamada Groenlandia o «Tierra verde» para atraer colonos, aunque este territorio dista mucho de ser verde. Se agregó a la corona noruega, pero las colonias escandinavas se abandonaron entre los siglos XIII y XVI por la pobre explotación económica que ofrecía. Los esquimales Inuit siguieron poblándola hasta que en el siglo XVII volvieron a aparecer pobladores daneses. Actualmente pertenece a Dinamarca.
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Vinlandia
El gélido clima de Groenlandia, la escasez de madera para construir o quemar y la falta de hierro obligaron a los colonos de Groenlandia a buscar recursos alrededor de la isla. En torno al año 1.000, Leif Erikson, hijo de Erik el Rojo, divisó el continente americano. Fundó una colonia con varios asentamientos, y tuvo la ocurrencia de llamarla Vinlandia o «tierra de las viñas» para seducir a más colonos.
Vinlandia se encontraba a 3 semanas en barco de Groenlandia y estaba habitada por nativos americanos hostiles a la presencia escandinava. Después de una serie de enfrentamientos violentos y sin un apoyo militar importante que nadie prestó, el último viaje datado a Vinlandia es de 1347. Este hallazgo de una gran masa de tierra más allá del Oceáno Atlántico no trascendió a sus contemporáneos.
La colonia vikinga de Vinlandia esta formada por:
- Markland, ubicada en la costa de Labrador.
- Hellulland, en la costa de la Isla de Baffin.
- Straumfjord, cuya localización no está clara pero según las sagas estaba al sur de Markland.