Un equipo de investigadores de la Universidad de Dundee (Escocia) ha logrado reconstruir el rostro de una guerrera vikinga muerta hace 1.000 años. Utilizando una avanzada tecnología de reconstrucción facial, han producido una imagen de una mujer enterrada en un cementerio vikingo en Solør, Noruega.

Los restos, actualmente preservados en el Museo de Historia Cultural de Oslo, pertenecen a una mujer de unos 18 o 19 años con una mandíbula prominente, ojos hinchados y una seria herida en la frente causada por una espada. El golpe fue lo suficientemente fuerte como para dañar el hueso, lo que ha llevado a la arqueóloga Ella Al-Shamahi a concluir que se trata de «la primera evidencia encontrada de una mujer vikinga con una herida de guerra«. Los científicos han hallado signos de curación en la herida, por lo que no está claro si ésta fue la causa de su muerte.

Las nuevas tecnologías permitieron al equipo de la Universidad de Dundee trabajar en la reconstrucción de los músculos y la piel. Caroline Erolin, del Centro de Anatomía e Identificación Humana de la universidad escocesa, señaló que «la reconstrucción resultante no es precisa al 100%, pero es suficiente como para generar una imagen reconocible para alguien que la conociera bien en la vida real».

Guerrera vikinga de Solor

La calavera y las armas encontradas en la tumba de Solør.

El poderoso guerrero… que era mujer

Sorprendentemente, el cuerpo había sido identificado como el de un hombre durante más de 70 años debido únicamente a que su tumba incluía un gran arsenal de armas: una espada, un hacha, una lanza, flechas, un escudo, un caballo, un juego de hnefataflTodo apuntaba a que se trataba no sólo del sepulcro de un guerrero, sino de un caudillo. En palabras de Al-Shamahi, la confusión se produjo «simplemente porque el ocupante era una mujer». Una prueba de ADN realizada en 2017 reveló que los restos pertenecían a una mujer, dejando en evidencia años de prejuicios sexistas.

No es ésta la primera vez en que la tumba de una mujer guerrera se atribuye a un hombre. Recientemente, un análisis de ADN desmintió un caso similar en Suecia. Se trata de la llamada guerrera de Birka cuya tumba fue hallada en el siglo XIX y contaba con un extraordinario ajuar funerario compuesto de armas,

La reconstrucción de la cara de esta guerrera noruega es abordado por un documental de National Geographic llamado Viking Warrior Women. En esta producción se recrea también la disposición de los objetos en la tumba. Los restos de la mujer se encuentran en el Museo de Historia Cultural de Oslo.

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