Hoy enumeraremos multitud de proverbios vikingos que han llegado hasta nuestros días. Y es que, como toda civilización, estos hombres del norte cuentan con refranes y píldoras de sabiduría.

La imagen que tenemos hoy en día sobre los vikingos ha mejorado notablemente en los últimos años. Sin embargo, todavía quedan vestigios del retrato demonizado que se hizo en la Edad Media. Además de saqueos y batallas, los vikingos eran hábiles comerciantes, artesanos, granjeros… y hasta poetas y cuentacuentos.

A continuación, los mejores refranes vikingos. Muchos de ellos están extraídos del Hávamál, un poema que contiene un código ético del que hablaremos en otra ocasión.

Proverbios vikingos sobre la amistad

La amistad y el compañerismo eran valores muy importantes para los antiguos nórdicos. Un muro de escudos no puede funcionar si no hay confianza entre los guerreros.

“El hombre honra al amigo con afecto, responde a regalo con regalo. A risa responde con risa, y al truco con trampa.”

“Si consigues encontrar a un amigo leal y quieres que te sea útil, ábrele tu corazón, mándale regalos y viaja a menudo a verle.”

“Un hombre sin amigos es como un abedul desnudo, sin hojas ni corteza, solitario en una colina pelada.”

«Sé amigo de tus amigos. Responde a un regalo con otro regalo, a una sonrisa con otra sonrisa y a una mentira como si no la hubieras escuchado»

“Un invitado debe marchar a tiempo y no abusar de su bienvenida; incluso un amigo se vuelve molesto si se queda demasiado tiempo.”

«Cuesta trabajo visitar al mal amigo aun cuando pilla de paso. Pero es grato visitar al buen amigo aun cuando su casa está lejos.»

«No conocí a nadie tan rico y noble que no le gustase recibir regalos, ni tan generoso que no quiera recibir nada a cambio.»

Refranes vikingos sobre la inteligencia

Por otra parte, encontramos numerosos proverbios vikingos relativos a la inteligencia y el sentido común. Nada más lejos de la realidad, por tanto, esa imagen de bárbaros descerebrados que todavía hoy perdura sobre esta civilización.

“No hay mejor equipaje para llevar encima que la cordura y la mente clara. En tierras lejanas es más útil que el oro y saca al pobre de los apuros.”

“Quien siempre habla y nunca calla dice muchas insensateces. La lengua ligera ocasiona problemas y a menudo menosprecia al hombre.”

“La mejor carga que puede llevar un hombre es demasiado sentido común; la peor, demasiada bebida.”

«No es tan buena la cerveza como dicen. El que más bebe menos razona y pierde su propio juicio.»

«El hombre mísero y mal nacido hace bromas y se burla de todo. No se da cuenta de algo más obvio: sus propios defectos.»

«Sabio en verdad es el viajero que se mueve por el mundo. El puede intuir el ánimo imperante por ser sensato y cuerdo.»

«El hombre sensato huirá de la sala si un invitado insulta a otro. Burla y sorna suelen incordiar si hay hombres hostiles en la mesa.»

Dichos vikingos sobre el poder y la riqueza

Las frecuentes luchas internas tuvieron su eco en los refranes. Traiciones, conjuras, ansia de poder y riquezas… Por eso encontramos proverbios vikingos como los siguientes:

“Si comes cerezas con los poderosos te arriesgas a que los huesos lluevan contra tu nariz.”

“¡Quién sabe cuántos enemigos tienes en torno a la mesa!”

“Cerca del rey, cerca del cadalso.”

“Ni la pobreza obliga a nadie a robar ni la riqueza lo evita.”

«La desgracia también visita a los ricos, pero a los pobres lo hace dos veces.»

«Ante un acuerdo, cuídate de que una de las partes no quede con la espada y la otra con la vaina.»

«Dos pueden mentir hasta que un tercero cuelgue.»

«La ambición y la venganza siempre están hambrientas.»

Frases vikingas sobre disfrutar de la vida

El carácter vitalista y optimista es el que mejor define a los vikingos. Su filosofía abogaba por disfrutar del momento pero sin excesos ni malos hábitos.

“Vive con ilusión mientras estés vivo, el ágil siempre sale adelante. Vi las llamas de una mansión, pero en la puerta yacía un muerto.”

“Lo mejor de la vida es la vida misma. Asegúrate de que disfrutas cada momento y dejas un buen nombre tras de ti. No hay nada mejor que estar vivo y contento.»

“Un cobarde piensa que vivirá para siempre si evita a sus enemigos; pero ningún hombre escapa a la vejez, incluso si sobrevive a las lanzas.”

“Un hombre de respeto debe ser reservado, reflexivo y valiente en la batalla. Todos los hombres deben mantener el buen humor hasta que el fin les llegue.”

«Un hombre cojo aún puede montar a caballo, un hombre sin manos aún puede pastorear ovejas y un hombre sordo aún puede matar; mejor es estar ciego que arder en la pira funeraria. Son los muertos quienes no pueden hacer nada.» 

«Mejor pájaro libre que rey cautivo.»

«Debes gozar de tus ganancias mientras permanezcas en este mundo. Lo que dejes para el amigo, puede que llegue al enemigo. Quién sabe lo que puede pasar…»

«Conviene madrugar al que quiere ir a luchar y tomar vida y bienes ajenos. El lobo acostado no llena la boca. Tumbado nadie triunfa.»

«Es sano el fuego para todos los seres, al igual que los rayos del astro rey. Dichoso aquel que conserva la salud y sabe vivir sin vicios.»

«Muere la fortuna, muere la familia, uno mismo también se muere. Pero hay algo que siempre quedará: la buena fama del difunto.»

Proverbios vikingos sobre la prudencia

Los hechos históricos obligaron a los vikingos a ser desconfiados y precavidos. También a aprovechar los pocos recursos que tenían.

“Antes de entrar en un lugar, fíjate por dónde se puede salir.”

“No alabes el día hasta que haya llegado la tarde; no alabes a una mujer hasta su pira; no alabes una espada hasta haberla probado; no alabes a una doncella hasta que se haya casado; no alabes el hielo hasta haberlo cruzado; no alabes la cerveza hasta haberla bebido.”

“Fuera de tu hogar no te alejes ni una pulgada de tus armas.”

“Las migas son también pan.”

«La casa del que se burla, acaba incendiándose».

«Ante un acuerdo, cuídate de que una de las partes no quede con la espada y la otra con la vaina.»

«Cuando pases por una puerta ajena mira a diestra, mira a siniestra.»

«La boca rige la tierra, pero el mar lo rige la mano.»

«El hombre sensato no presume de sabio. Anda con tiento y con tacto. Callado y cauto acude a la aldea evitando enredos. No le falla su aliado más fiel: La cordura que le acompaña.»

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