El dios de la guerra

Su valentía le costó una mano, pero Tyr era una de las divinidades más amadas por sus congéneres y también más veneradas por los vikingos en calidad de dios de la guerra.

¿De qué es exactamente dios Tyr?

En la mitología nórdica, Tyr es la divinidad de la guerra y de la justicia. Tenía fama de intentar evitar los conflictos y de resolverlos de manera justa. Su nombre se incluía en las fórmulas de juramento de los vikingos.

Al mismo tiempo, algunos guerreros grababan la runa týr en la hoja de sus espadas para que este dios les ayudara en la batalla.

Orígenes y genealogía

La Edda mayor señala que el progenitor del dios de la guerra es el gigante Ymir y no menciona el nombre de su madre. Sin embargo, la Edda menor de Snorri Sturluson recoge que Tyr es hijo de Odín y de Frigg. Y, por lo tanto, formaría parte del linaje de los æsir.

Una curiosidad etimológica es que, en diversos idiomas nórdicos, el martes significa «día de Tyr». Tuesday en inglés, Dienstag en alemán o Tisdag en sueco son ejemplos de ello. A su vez, Tyr se traducía en un origen por «dios». Y es que, antes de la Era Vikinga, éste era el dios supremo entre las tribus germánicas; con el tiempo, Odín fue ganando importancia y se consolidó como el padre de los dioses

Representación y apodos de Tyr

Identificar a Tyr en el arte vikingo es muy sencillo: se lo suele representar manco de la mano derecha, mientras que en la izquierda sostiene una lanza o un cetro.

Tyr carece de una morada fija, ya que alterna su residencia entre el Valhalla o en el Vingolf, ambos salones dentro de Asgard. Al tratarse de una de las deidades más importantes del panteón nórdico, ocupa una de las doce sillas del Gladsheim, el salón donde los dioses celebraban sus reuniones.

Tyr y Fenrir

Tyr mantiene su mano entre las fauces de Fenrir. Ilustración de John Bauer.

Mitos más importantes de Tyr

Cómo perdió la mano Tyr

Uno de los hijos de Loki era el lobo gigante Fenrir. Criado en el Valhalla, el animal fue creciendo y creciendo de tamaño hasta que resultó una amenaza. Los dioses decidieron encadenarlo, pero fracasaron en diversos intentos. Finalmente recurrieron a los enanos, que les proporcionaron una cinta mágica llamada Gleipnir que era irrompible.

El problema era acercarse a Fenrir lo suficiente como para colocarle la atadura, ya que el animal se mostraba más desconfiado y agresivo que nunca. Los dioses intentaron engañar al animal haciéndole creer que le iban a poner una cadena para ver si era capaz de romperla. El lobo gigante no se fio, y puso una condición para pasar la prueba: que alguno de los dioses pusiera la mano entre sus fauces.

Sólo el dios de la guerra tuvo el valor de hacerlo, lo que le costó caro. Cuando Fenrir vio que esta vez sí iba a quedar amarrado, mordió la mano de Tyr y se la arrancó. La bestia permanecerá aprisionada hasta el Ragnarök.

El papel de Tyr en el Ragnarök

En la lucha final, Tyr tendrá que vérselas con otro furioso animal. En este caso será Garm, el temible perro guardián que custodia la morada de Hel en el Hellheim (el reino de los muertos, ubicado en Niflheim).

Tyr luchara contrá Garm y será tragado por el perro. Mientras muere, apuñalará desde dentro al can resultando en la muerte de ambos.

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